LA CRUZ FUE ENTREGADA POR JUAN PABLO II A LOS JÓVENES EN 1984 Y HA RECORRIDO LOS CINCO CONTINENTES.
Una historia de 25 añosLa Cruz de los jóvenes, también llamada Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud o “Cruz peregrina”, fue entregada a los jóvenes por Juan Pablo II en 1984, al finalizar el Año Santo de la Redención, con estas palabras: “Os confío el signo de este año jubilar: la Cruz de Cristo. Llevadla al mundo como signo del amor de Jesús a la humanidad, y anunciad a todos que sólo en Cristo, el Señor muerto y resucitado, hay salvación y redención”. En 1985, con motivo del Año Internacional de la Juventud, el Domingo de Ramos se celebró en Roma un encuentro mundial de jóvenes, que fue semilla de lo que hoy son las Jornadas Mundiales de la Juventud, instituidas por el Papa en diciembre de ese mismo año. Las Jornadas se celebran cada año a nivel local, menos cada tres años, que hay un gran encuentro internacional en verano. El Icono de la virgen se añadió en el año 2000.
El pasado viernes visito mi pueblo y me lleno de fe ver la gran cantidad de gente y la pasión que le ponían, yo cristiano aunque he de confesar que no muy practicante, me voy acercando cada vez mas a la casa de Jesús en la en un tiempo era frecuente mi visita y que ahora la tengo un poco abandonada. Los motivos son muchos y todos me llevan al mismo sitio, mi familia, el nuevo sacerdote "Oscar" que con su palabra engancha y te hace creer de nuevo, junto con otras cosas.
GLORIA, GLORIA, ALELUYA
¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya!
¡Gloria, gloria, aleluya! en nombre del Señor.
Cuando sientas que tu hermano necesita de tu amor,
no le cierres las entrañas ni el calor del corazón;
busca pronto en tus recuerdos la palabra del Señor:
Mi ley es el amor
¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya!
¡Gloria, gloria, aleluya! en nombre del Señor.
Cristo dijo que quien llora, su consuelo encontrará,
quien es pobre, quien es limpio, será libre y tendrá paz.
Rompe pronto tus cadenas, eres libre de verdad:
Empieza a caminar.
¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya!
¡Gloria, gloria, aleluya! en nombre del Señor.
Si el camino se hace largo, si te cansas bajo el sol,
si en tus campos no ha nacido ni la más pequeña flor;
coge tu mano conmigo unidos por el amor:
En nombre del Señor.
¡Gloria, gloria, aleluya! ¡Gloria, gloria, aleluya!